Existen tantas piedras preciosas como necesidades hay en esta vida. Las gemas están representadas por sus propiedades físicas, energéticas y también por sus colores. Por ello se hace muy sencillo y al mismo tiempo difícil tener que escoger entre una de ellas. Es importante escucharse a una misma para atender a estas peticiones más íntimas pero existen también algunos ciclos llamados ‘vitales’ que coinciden por ejemplo con los cambios estacionales o el inicio del nuevo año que nos representan a todos, en los cuales sentimos que necesitamos un empuje extra para continuar con nuestra actividad. ¡Aquí es donde la magia de las piedras preciosas pueden hacer una buena labor energizante!
Atendiendo algunas de las peticiones con las que me encuentro más a menudo (deseo de calmar la mente, tener más energía, conectar con el centro, mantener un buen nivel de concentración para lograr mis propósitos…) repasaré algunas de las gemas más representativas para llevar a cabo transiciones con éxito, conectándolas con los centros energéticos, también llamados chakras y con sus propiedades terapéuticas.
Ónix
El ónix es una gema que pertenece al grupo de las ágatas y se caracteriza por aportar vigor, autoconfianza y favorecer una actitud positiva ante la vida. Está compuesto por sílice y tiene origen volcánico. Su nombre significa “garra” en griego, haciendo alusión a su color negro, a veces con betas blancas.
Espinela
La espinela conecta también con el primer chakra, igual que todas las piedras preciosas rojas y negras, y puede ser de muchos colores. Una de las curiosidades es que cristaliza en el mismo sistema cristalino que el diamante y está asociada a la vitalidad y al rejuvenecimiento, tanto a nivel físico como espiritual. Su nombre proviene del latín “spinella” (espina pequeña) haciendo referencia a los cristales afilados a los que debe su composición.
Ágata
Pertenece al grupo de los cuarzos y podemos encontrarla en una gran variedad de colores por lo que armoniza prácticamente todos los chakras. Es una piedra preciosa que aporta armonía y equilibrio a quien la lleva. También favorece la autoconfianza y la concentración, así como el coraje y la apertura al amor universal.
Cuarzo ahumado
Conecta con el primer chakra ayudando a asimilar lo vital y desprendernos de lo que nos sobra. Calma a nivel emocional y favorece el pensamiento positivo. Proporciona además la fuerza necesaria para llevar a cabo nuestros propósitos.
Rubí zoisita
Ayuda a la consecución de los objetivos, favoreciendo el desapego y la confianza en uno mismo. Fortalece el sistema inmunitario y va bien para prevenir afecciones pulmonares y resfriados. Conecta con el cuarto chakra, el del corazón, en un plano más físico vinculado a la salud.
Turmalina
La turmalina conecta con el chakra del corazón en su variedad “sandía” ya que contiene el color rosa y el verde. Favorece la apertura y la prosperidad proporcionando calma física y mental y activando el amor propio y la confianza en una misma. También favorece el sueño y mantiene activo el sistema inmunitario.
Zafiro
Pertenece a la familia del corindón, igual que el rubí, si bien se trata de la variedad azul debido a su alto contenido en hierro y titanio. ‘Sapheiros’ significa “azul” y es una piedra preciosa muy transmisora de serenidad y claridad que además favorece la comunicación favoreciendo la expresión oral y conectando con el quinto chakra.
Amazonita
La amazonita es una de las variedades verde-azulada de microlina, uno de los feldespatos más abundantes en la Tierra. Conecta con el cuarto y quinto chakra (corazón y garganta). Es una piedra preciosa muy apropiada para hacer frente a situaciones de cambio ya que proporciona mucha fortaleza y al mismo tiempo libera las ataduras y los bloqueos. A nivel emocional y energético promueve la confianza en uno mismo.
Amatista
Pertenece al grupo de los cuarzos y debe su color violeta a su elevada composición en óxido y hierro. Se dice que es la “piedra de la armonía” ya que calma la mente, promueve la relajación, favorece la conexión con uno mismo y despierta la intuición. También es la piedra por excelencia que ayuda a conciliar el sueño, así que resulta muy apropiada para los niños.